. . . acude a la memoria la idea de transgresión. Pues todo lo importante comporta transgredir límites y barreras. Sin ello, sencillamente, la obra literaria careciera de libertad y, ayuna de albedrío, también carecería de importancia. El poema es un salto hacia adelante.
Domingo F. Faílde
Y aquí está la mujer: no me canso de repetir la palabra, pues si es grande ser hombre, como especie, ser mujer es, sin duda, la mayor aventura, la más dura y apasionante aventura de la existencia humana.
Dolors Alberola
Y el amor, ese amor humano, tan cálido y tierno, tan pasional también, que en la obra de Dolors es una constante, representado en la mujer, en ese universo femenino que tan bien conoce, y en el que la Alberola se mueve como pez en el agua ...
Lola Santiago
Quien quiera saber lo que opino de ese hermoso cuarto y mitad de tu mejor pechuga literaria, que lea el prólogo, donde escrito está: “Faílde se enfrenta a su ADN y va descubriendo las canas y las arrugas que como muescas en la culata de un rifle, ha ido dejando la vida entre sus carnes”. Pero yo no vengo hoy aquí a hablar de esa bella secuencia de recuerdos infantiles, con el tumulto de la posguerra escrito en el hardware de tu cerebro y de tu corazón. “La vida a cierta edad es la memoria”, has escrito. Y tienes razón, viejo hermoso Walt Whitman. Por eso yo te escribo esta carta en nombre de lo que fuimos y, sobre todo, de lo que seguimos siendo, testigos de nuestro tiempo, desterrados del paraíso, sombras de Platón que intentamos todavía salir de la caverna.
Juan José Téllez
Pero, ¿todo este proceso de introspección no es acaso un refugio? ¿No es una meditación a oscuras en la buhardilla caliente o fría de los días pasados? La exaltación llega con el verano, se asocia a su cambio vital aunque un aire melancólico de sospechosa tristeza siempre zahiere los mejores momentos en la existencia de Faílde.
Francisco Morales Lomas
... Dolors Alberola pone su palabra lírica en el menester lúdico de crear mundos insospechados brindados al lector expectante y sensitivo, visiones latentes de sí por tan traslúcidas de su sensibilidad, sensaciones que son verdaderos hallazgos de la inteligencia.
Manuel Ríos Ruiz
En los entresijos de la escritura de Alberola late un gran asombro y la plena conciencia de la finitud de todo. Sólo esa conciencia cierta de lo efímero nos amplía el horizonte, abre y desbroza las tinieblas hacia la porción de luz que nos corresponda. Memoria y tiempo son sustancias imprescindibles en la expresión poética.
Juan Gómez Macías
Reparé en la luz, en esa pugna de la luz con la sombra. Y comprendí por qué se demora tanto Domingo Faílde en estos símbolos, que resumen su guerra espiritual: el choque conflictivo de la luz y las sombras, que no deja de ser antesala de misterios, de preguntas más hondas, referidas al destino del ser. Desde aquella ventana observaba el poeta, no ya el morir del día, o su resistencia a hacerlo, sino la representación de una actitud vital, la suya; esa batalla del espíritu por no sucumbir, esa rebelión, aún a sabiendas de lo imposible de la empresa.
José Lupiáñez
Yo creo que el terreno del poeta es el de la utopía. Y, por ende, el de la imaginación, que no es sinónimo, necesariamente, de fantasía. Imaginar equivale a materializar nuestras intuiciones, emociones y pensamientos, usando como médium o crisol un espacio simbólico.
Domingo F. Faílde
Una poesía que orilla [la de Dolors Alberola], bordeándolos, los caminos fáciles de la estructura formalista, para perderse por los vericuetos de las finas sensibilidades y las dulzuras estéticas, para llegar directamente al fin del único camino: la belleza de la palabra y la transmisión del mensaje.